Amanece en Sitges,
bocata de lomo en mi mochila con palitos de queso para pasar la jornada y
cargamento de Monster en la mochila de Dani Nefasto. Hoy el menú consta de una
de animación protagonizada por la bella Robin Wright, otra en la que
aparentemente salen zombies, la de una asesina de hombres maltratadores y una
especie de “Carrie” con niños que mueven objetos con la mente. Lo que no
imaginábamos es que la jornada iba a ser la más accidentada de todo el Festival
con un montón de problemas técnicos, cortes y películas que no iban a poder
proyectarse.
Iniciamos “The
Congress” con una primera parte de imagen real donde una Robin Wright, que se
interpreta a sí misma, se ve en una situación de decadencia personal y
profesional. En un futuro en que la tecnología lo permite le ofrecen la
posibilidad de escanearla para hacer una versión digital de ella que roza la
perfección y otorgarle así inmortalidad en el cine y una imagen siempre joven.
A cambio, ha de renunciar a su carrera, retirarse y ceder su voluntad a los
estudios de cine. Si esto ya es atrayente, la película gana en matices en su
segunda parte animada en la que nos adentramos en un mundo de ilusión y
fantasía donde la gente vive en la piel de su avatar animado. Son tantos los
cameos y los personajes que van apareciendo a la vez en pantalla (sensación que
me recordó a Roger Rabbit) que estoy deseando tenerla para no perderme detalle
dándole al “pause” (por poner un ejemplo, podemos ver a Picasso de la mano de
Beyonce). Cuando estamos inmersos en ese mundo de fantasía va el servidor del
Auditori y se cuelga, dejándonos la pantalla en negro y cortándonos el rollo
por completo. Si no recuerdo mal llegó a pasar un par de veces, lo cual mosquea
mucho cuando estás disfrutando la película. Una vez retomada pudimos concluir
esta interesante propuesta, con un planteamiento filosófico de búsqueda
personal y de mucha intensidad emocional. La peli te transporta y para mí fue
de las que más disfruté del Festival.
Con las prisas por
el retraso provocado por los cortes, nos ponemos de nuevo en la cola en el
“Carrusel de la Muerte” que hoy gira a más velocidad. Solo con tiempo de mear, tan
rápido que la última gota va al calzoncillo, iniciamos ahora “Open Grave”. La
peli empieza con un tío que se despierta amnésico en una fosa llena de
cadáveres, es rescatado por alguien y va a parar a una choza en la que hay
varias personas, todas ellas sin memoria de lo ocurrido. El recelo y la
desconfianza inundan el ambiente de tensión que allí se respira y la única que
parece recordar algo es muda y escribe en chino, jajaja. Es de esas pelis que
te parece haber visto ya, en la que poco a poco van recuperando la memoria y
van resolviendo el puzle. Aparece gente infectada con algún virus, que en el
tráiler me pareció confundir con zombies, y vas descubriendo que allí se ha
experimentado con personas. A Dani Nefasto le falló el Monster y en un sueño
rápido mezcló al Almirante Ackbar de Star Wars gritando “It’s a trap!” con
Rancor apareciendo entre la maleza, mientras los protagonistas escapan en un jeep
y les cae un árbol en mitad del camino. Ese sueño le dio riqueza a esta peli,
que resultaba lenta y de lo más regulera. Para colmo se vuelve a colgar el
servidor del Auditori y nos deja sin el final, ya que esta vez no pudieron
recuperarlo. Vale que la peli no me estaba entusiasmando pero fastidia haberte
tragado todo el tostón para no poder ver la resolución en los últimos 10
minutos. A todo ello la dirección del Festival pidiendo disculpas y citando a
la gente a descambiar las entradas por otras sesiones.
pues eso... |
Tocaba proyectar
la película “Mala” pero los retrasos por los problemas técnicos obligaron a la
organización a suspenderla. El tráiler no me llamó mucho la atención, así que
descambiar las entradas por otra peli más atrayente era una buena opción. No
iba a ser tan fácil porque nos pusieron trabas a los que teníamos el abono
Matiné pero con trampeo, labia y perspicacia conseguimos entrada para
“Afflicted” el Viernes 18.
Por el título se intuye que iba a ser una puta mierda |
Sin expectativas
de nada nos disponemos a ver “Dark Touch”, la última de la jornada. El tráiler
no me entusiasmó y cabía la posibilidad del “server error”, así que la vi en
una actitud muy pasiva. La peli la presentó su directora, Marina de Van, que despertó
el interés de los hombres allí presentes que soltaban comentarios del tipo “Pel
de Van i pel darrera” (demasiadas horas recluidos en un cine). Lo bueno es que se
pudo visionar de principio a fin pero pasó sin pena ni gloria. La trama va de
una niña con poderes telequinéticos que le permiten mover objetos con la mente
a lo “Carrie” y influir en la mente de otros niños que le siguen a su voluntad.
Creí entender la intencionalidad de crítica al bullying y al maltrato infantil
pero la vi más como telefilm de Domingo tarde que como peli de terror sobrenatural.
Las escenas de “terror” no me generaron ningún estimulo, ya que personalmente
que se mueva el mobiliario y aplaste a la gente contra la pared es algo que me
deja impasible. Poco más que añadir, quizá salvo la fotografía ya que la
atmósfera oscura que la envuelve ayuda a que el interés no sea nulo.
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